Lo que se espera de ellas
A ella siempre le habían dicho que las niñas no hablaban si no se les preguntaba, que tenían que ir bien vestidas, pero no llamativas, que tenían que ser dulces y cariñosas, que nunca debían mostrar que estaban enfadadas, que tener hijos y un marido que las cuidara era su objetivo más preciado. También le decían, que no importaba demasiado que no estudiaran porque total, con los hijos, no iban a poder desarrollar una profesión. Lo mejor era que se conformarán con un trabajo sencillo para completar el sueldo del marido; y jamás de los jamases, brillar más que él en el ámbito laboral ni en ningún otro. Siempre escuchó, que si le preguntaban si quería o necesitaba algo, la respuesta correcta era invariablemente- no gracias- con una sonrisa y bajando la mirada. Que era mejor que sus juegos fueran tranquilos, preferentemente con muñecas. Los deportes y los juegos de construcción eran para los niños. La lectura, bueno si, no estaba mal que leyeran, pero siemp...